No saber que trama
el hambre inmenso como la noche, tan absurdo e insaciable
CORAZONES ROTOS
el asador será devorado convenientemente
por la Ley de la Vorágine
cirugía plástica a plazo fijo
marketing brilloso
baba pobre
lleve todo lo que pueda su Esfinge
piel, espléndida y sonrisas.
Plegaria por pasar de la cantidad a la calidad
de la calidad a la caridad
a la paz y al sol
la caricia del alma.
Aplaca la Vorágine
de asir las fauces a la Luna
aullando incandescentes martirios.
Belvedere
5 comments:
posteo muy variado y colorido.
lindos los honguitos, ¿del parque de los hallados? se habrá encontrado con alicia, o con el aliado
aguanta el águila de la ex ferretería. ¿el edificio de enfrente tendrá ascensor? hoy no me duermo
y el poema muy bonito también, me gusta su desarrimado furioso.
se evidencia muy claramente una inclinación por los distintos tipos de letra
sobre el incandescente martirio, no sé qué decir
Los honguitos son del Parque de los aliados, exactamente.
Y no sabría decir sobre el edificio de enfrente al Aguila, no creo que tenga ascensor.
Me alegra que le guste el poema "desarrimado", esta palabra es un descubrimiento realmente, es un poema desarrimado si, que trata de alejarse, no sé bien hacia donde. No, miento, como siempre, trata de desarrimarse principalmente de una mujer, hasta contiene convenientemente camuflado un anagrama.
Habla de muchas cosas mas, sí la caridad como el desideratum de la calidad y algunas que no llego a imaginar.
Efectivamente es una plegaria, ya que estamos en la Semana Santa y en general todos pensamos algo en el avatar del Nazareno, a quien se dirigen muchísimas plegarias.
Pude captar ese Belveder bello y sufriente, en el ocaso, que también quería compartir.
Los distintos tipos de letras me gustaron por un lado como respuesta a alguna pregunta que plantea el texto y por otra para destacar cosas, relaciones como se hace con cualquier texto.
Creo que es por Ezra Pound a quien he leído estos días en hermosa traducción de Ernesto Cardenal.
Ah! los incandescentes martirios. Son los martirios del amor, cosa que se aprecia claramente en el duro poema que es el final del Nazareno. El tipo está en un estado incandescente, es un Hombre-fuego, que se quema en el amor que vive. Cosa dificilmente evitable al ejercer ese don que es el amor, en definitiva.
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