Tuesday, July 24, 2012
diez cafés de vida útil
como la cocina está en la otra punta de la casa no escucho el agua hirviendo ni el café saliendo y me olvido... Ya quemé dos calderas y ¡ay! mi recién comprada cafetera italiana. Fragson me sugirió una camarita para poder monitorear desde mi puesto de comando, pero para eso lo mejor sería un baby-call. Después me tiró otras buenas. Una era salir del cuerpo de manera de dejar la conciencia mirando el fuego y seguir mi trabajo con el uso del cuerpo meramente, que de última no exige mucho esfuerzo mental. Quedé de consultarlo a Z. Otra era comprar un mono tití que por un sencillo mecanismo de lianas ad hoc pudiera acudir velozmente y chillarme en el hombro apenas ver salir el vapor. Pero en el mercado negro de Tristán sólo tenían cacatúas. Así que vamos a ver.
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