Voy a tomarme un Copsa en la terminal de Río Branco. En el bondi que agarra por Colonia paso por el BPS, por la explanada esa, y veo que alambraron todo con postes de hormigón y alambre de púa. Misterioso, inconcebible, atroz, retrógrado, empobrecedor, decadente, inseguro, monstruoso, inhumano, aunque sea transitorio.
El plan de movilidad urbana es el cuento chino más caro del mundo, hasta ahora sólo ha servido para tener boletos más grandes y ensuciar más.
Me bajo en el extremo fétido de la ciudad, voy hacia la terminal. Atravieso la bajada podrida, los palacios en ruinas habitados de hombres-rata, las casas de repuestos, los muebles para las putas de 18. Hay un cartel pegado en uno, piden minas para laburar y un teléfono.
Todo pasó en 30 segundos.
Un pelado de lentes negros en el asiento del acompañante deja caer una pelota de papel blanco al asfalto. Después una gorda culona deja caer un vaso de plástico blanco antes de subir al 7E11 Lagomar. Otra gorda que espera un no sé qué con destino a la concha de su madre deja caer otro papel arrugado.
Lo que más me impresiona es como "dejan caer", no lanzan. Es como un disimulo, como un desgano, como secretando algo abyecto.
El bondi agarra por Paysandú, perpendicular a la pendiente hacia la bahía, esas calles cortitas a la altura del Cordón, la proa increíble de Barrios Amorín, la escalerita de Hermano Damasceno que termina en el ibirapitá florecido, Piedra Alta...
Veo de lejos la cúpula de la iglesia de la Aguada, los ladrillos del Sagrada Familia y la linterna del palacio, blanca y espectral, todo como si fuera otra ciudad, otro tiempo.
Kncr crew llegó a La Blanqueada para darle una fuerza a Nacional. Hay un par de murales en Av. Italia y Sambucetti y otro en Garibaldi e Ibirapitá usando la gama tricolor. Aclara una leyenda: manya puto.
Interesante híbrido entre mural y grafiti deportivo que, la verdad, no me cae bien. Pero a la vista de los resultados, es un ejemplo de la influencia benéfica del arte callejero.
Atención (aunque igual no pasa nada): la zona de Av. Italia y Gallinal se transformó en otro descontrol urbano, edificios completamente fuera de altura destrozaron uno de los territorios más atractivos, esas laderas únicas.
La zona del arroyo que termina en el Molino de Pérez se puso fea fea de Rivera para arriba. Parte de la hecatombe del Este.Es la acción incesante y mancomunada del profesional arquitecto, de la especulación inmobiliaria y de la desidia de la intendencia.
Pero nunca escuchamos el lamento de un arquitecto en cuestiones urbanas o edilicias porque el arquitecto es el bicho más corporativo que hay, más que los médicos, más que los funcionarios del INAU. Acá y en Dubai.
Unas cuadras más adelante, cruzando Av. Italia, hay un taller, "El rey del lubricante", escrito en letras góticas.
Un flaco de mameluco sale a la puerta, se recuesta y, más o menos disimuladamente, da vuelta la cabeza para ver a una flaca muy linda, fuerte, ancas poderosas, que camina hacia el Norte, hacia el unico edificio de la zona que se alza como último vestigio de una falsa civilización (para arriba está Camino Carrasco).
Soy adicto a las publicaciones barriales gratuitas, las leo de punta a punta. Ahora estoy siguiendo Tiempos del Sur, no barrial, más pro(fesional) que se distribuye en los Redbrou.
Me hice adicto en particular a la columna de Maikol Píriz, un plancha que me divierte, la última sobre un encuentro sobrenatural con Julio Ribas.
Me gustan los autores que pueden hablar como otros, que son imitadores, porque a mí me resulta imposible, nunca puedo dejar de ser yo. Aunque a lo mejor el Maikol es más parecido al Maikol de lo que creo.
Si el flaco es el rey del lubricante, qué sería la flaca?
Cuando agarro por Avenida de las Américas digo "qué cagada que no va por Gianattasio". Si hubiera agarrado por Gianattasio habría dicho: "qué cagada que no agarró por la Interbalnearia". No sé qué es peor.
El plan de movilidad urbana es el cuento chino más caro del mundo.
Como me observó jk, también se proyecta el ensanche de Garzón mientras corre una vía de tren paralela que no está contemplada en absoluto en el Plan de Movilidad Urbana, ese cuento chino.
Me llegó recién este spam fantástico e indescifrable:
Subject: lounnging resorted loyal blusher.
Y el mensaje: hallellujahs thermostat zoography preoxidized
¿Cómo se puede llegar tan lejos?
Ya es parte de mi colección de spam.
"La historia es que ahora el Yona conoció a una de las ex "chin chin" de Cacho Bochinche y anda quebrando todo el día con ella. ¡Pero dejá a esa cheta pisabarro, que se hace la linda y vive en el cante! Yo ya le estoy comiendo la oreja con el cuento de que soy amigo del enano Fermín y en cualquier momento te soplo la Chichi, pelao. Vas a quedar cantando pajarito amarillo con Pelusita PAN TRISTE!!! Y no te me pongás corte rottweiler, porque tengo una foto de la Lali (el trava de bulevar) bañándose en tu casa, en cualquier momento prendo la tuba y quemo todo. Dejá de pensar que salís con una chin chin, que ése es el de las marionetas con peluca". ("La respuesta de Dios a Julito" en El Rincón de Maikol Píriz, Tiempos del Sur, n16, 20-6 de febrero 2009).
Siempre pienso que los autores que pueden hablar como gente distinta a uno son buena gente, si es que Maikol no es tan Maikol.
Una persona que puede imitar a otra sabe escuchar, sabe ponerse en su lugar, sabe cómo piensa y qué siente.
Reviso la obra de Carlos Martínez Moreno, capaz de hablar por gente que no sabía hablar, principalmente en Tierra en la boca, que empieza con el asesinato de un sereno de una carnicería por dos lúmpenes por dos pesos. La novela es la huida por una Montevideo tan decadente como la que veo desde el Copsa, esa cosa visionaria que tiene también el "Carlos" de Handler.
Avenida de las Américas. Toda esa urbanización para nuevos ricos alrededor del lago. Por ahí viven Paco Casal y Fasano.
Son mansiones levantadas de las peores revistas hechas por arquitectos que pasaron por esa facultad que está en Bulevar y Bulevar.
Las MacMansions abarcan todo lo que da el terreno, hasta el borde con el otro padrón, en una competencia para ver quién la tiene más grande. Las MacMansions fueron la mecha que encendió la crisis financiera de Estados Unidos y por lo tanto del mundo.
Mirando esas casas berretas y caras me siento como mirando sociales de Galería, ese bronceado pasado de rosca, ese gimnasio de último momento, ese implante a la vista.La opulencia puntual de estas casas es el detalle atroz de la pobreza urbana. Las ciudades pobres tienen hipertrofia de espacios privados y atrofia de servicios públicos, cuatro aires acondicionados por balcón (la calefacción central dejó de funcar hace tiempo porque los vecinos se pelean) y las 4x4 deshacen las veredas. Los huskies bañados y secados con secador sólo cagan en las veredas desechas y en las plazas secas, para eso están.
El único ámbito público que no se atrofia son las cárceles.
Lo que me interesa y admiro de Carlos Martínez Moreno son dos cosas: que es un gran escritor y que le interesaba Montevideo. La describe de una manera tan vívida. La ve.
Toda la primera parte de El paredón (bastante despareja, pero con grandes momentos) es una descripción de esquinas, bares y fondas donde el tipo habla hasta de lo que se comía. A veces es como escuchar a mi viejo, las mismas obervaciones, la misma jerga generacional.
Hablo por skype con un amigo español. Me cuenta que vuelve de pasear a la perra, Hank, por un campo de maíz ahí cerca. Le pregunto si no era que vivía en la ciudad. Sí, me dice, pero en el borde. Y donde termina la ciudad empieza el campo.Acá no, le digo, acá es distinto, acá tenemos barrios jardines y, ultimamente, asentamientos. Por eso no tenemos ni ciudad ni acceso al campo.
También tenemos Ciudad de la costa, esa anti-ciudad.
El bondi va hasta las bolas y el cartel cínico: "34 pasajeros parados".
Dejemos de lado el asunto del mate y el termo de la multitud pobre y drogada con Canarias. La cuestion es que nunca nadie le da el asiento a una mina con un pibe en brazos, nunca jamás. Es peor, los que están sentados se miran entre ellos, en el fondo avergonzados, pero más que nada avergonzados de levantarse y ofrecer el asiento.
Es como una antisocialidad consciente y militante, como un estado del alma, como un odio. Es la ideología antiurbana.
La única persona sentada que le dice algo a la madre parada con el pendejo es otra madre con otro pendejo: "Yo me bajo en Marindia", le dice.
Algunos otros bonitos subjects de mi colección de spam:
So huge it´s like a vibrator.
Rigid and stiff manhood is just one tablet away.
Let your zip feel tension.
Larger than a python.
Give your bomb longer timer.
Put your sword in her scabbard.
I put my 9 inch manmeat in her.
Make your hose's radius great.
Put your doughnut in her oven.
Give her serious bombing.
6 inches even when flaccid.
"La crónica narraba el caso de un novillo moribundo al que la gente --mujeres y niños por delante, hombres cerrando filas tras ellos-- había tumbado a pedradas. La lucha entre los troperos y aquella turba de cuchillos en ristre había sido breve y concreta. En menos de cinco minutos, mientras la pedrea arrinconaba a los reseros contra las alambradas, y los reducía a luchar con sus mismos caballos despavoridos, la pululación de los ranchos, danzando vertiginosamente en torno al novillo caído, lo había mondado hasta la osamenta. Varias decenas de presos en los juzgados, varios testigos de ese subsuelo miserable de la ciudad, eran los agonistas de aquella suerte de ballet siniestro de azadas, picos y cuchillos, de cuervos sobre la carnaza fría y caliente. (Carlos Martínez Moreno, El paredón, 1962).
El Plan de Movilidad Urbana es el cuento chino más caro del mundo. ¿Alguien nos explicó por que es necesario un plan de movilidad urbana? Porque el sitio de la intendencia es una cripta, ni buscador tiene.
Los comerciantes de Gral. Flores se organizaron contra el ensanche de la preciosa avenida, resultado del plan de movilidad, y es lógico. Eliminar veredas es obra de la ignorancia. Pero sólo trascendió como una movida liderada por la colorada Glenda Rondán.
Unos vecinos de Carrasco se organizan para que no fraccionen y vendan un parque público en el barrio, pero sólo trascendió como una movida de pitucos al pedo.
La ciudad no es un tema en el mundo tomado por la ideología antiurbana, que privilegia la organización de los vecinos de Pando para bajar la edad de la ley de imputabilidad, para que los pendejos vayan en cana a los 13 años, "como en Inglaterra", dice la comerciante en el informativo.
La inseguridad es el tema favorito de la ideología antiurbana, porque es funcional a la destrucción de la confianza en los desconocidos, que es la base del funcionamiento urbano. Para la ideología antiurbana todo otro problema urbano es asunto de viejas cotorrudas. Y quejarse de los soretes en la vereda es de trolo, es más, parece que fueron los trolos que empezaron a quejarse de esto (ver Milk, de Gus Van Sant, muy floja).
La inseguridad y la violencia urbana funcionan de acuerdo con el mismo mecanismo de las enfermedades autoinmunes, pero a una escala mayor. El cuerpo no se reconoce y se ataca a sí mismo. Así opera la naturaleza dadas determinadas circunstancias, a grandes y pequeñas escalas aplicando el mismo patrón de comportamiento.
La ideología es algo poderoso y nocivo que permea hasta calar el hueso.
La ideología antiurbana tiene cuatro ruedas y se reproduce en pantallas como la peste.
Causas principales de la ideología antiurbana (Jane Jacobs):
1. La destrucción de la estructura familiar por la exacerbación del consumo individual.
2. La autorregulación de las profesiones liberales.
3. La distancia u opacidad entre el pago de impuestos y los beneficios recibidos.
4. El credencialismo educativo (educar sólo para conseguir un título, sólo para acceder al mercado de trabajo)
5. La desaparición del pensamiento científico del ámbito de la vida cotidiana.
Todo otro problema, crisis ambiental, racismo, xenofobia, etc. etc. son el resultado de estos cinco puntos.
Conclusión: Dark Age Ahead (Jane Jacobs).
"Y eso era también --el director del diario no lo había aprobado desde el principio, pero había acabado por reconocerlo-- Montevideo, esta Montevideo madre cruel, esta ciudad holgada de los rotundos burgueses, esta ciudad novelera del tesoro garibaldino arañado bajo el mausoleo de los héroes, esta ciudad-calcomanía de bañistas bruñidos de agua y sol, esta ciudad trampeada de las angostas y oscuras canteras de mugre, esponjadas en busca de cucharillas de plata, de alambres y de papeles ardidos" (ídem anterior).
El spam, los trolls, la violencia inusitada en los comentarios de las noticias de prensa son otra visualización del organismo urbano que busca destruirse a sí mismo. Es la ideología antiurbana que actúa desde nosotros y contra los otros sin movernos del asiento, sin caminar por la calle y sin vernos, sin querer saber quiénes somos.
La ideología antiurbana va más lejos, impide defenderse de la ideología antiurbana. Impide por ejemplo moderar un blog o un sitio de noticias por un pudor indescriptible, impide que el chofer del Copsa lo saque del forro del orto al mongólico sentado en el primer asiento, impide que le digamos a la gorda que tira el papel al suelo que se vaya a la concha de su madre, que es donde efectivamente vive.
La ideología antiurbana crea fascistas, una multitud de fascistas, activos y pasivos: desde los lúmpenes hasta los oligarcas, que se creen superhombres. Su motto: "merezco ser millonario y no trabajar". Por debajo de eso todo es frustración y odio. El odio con una sonrisa, el odio con un chiste, con un juego de palabras, con un espectáculo.
"A dedo no", cantan los bobos alegres del espó de la Pesi.
El plan de movilidad urbana es el cuento chino más caro del mundo, hasta ahora sólo ha servido para tener boletos más grandes y ensuciar más.
Me bajo en el extremo fétido de la ciudad, voy hacia la terminal. Atravieso la bajada podrida, los palacios en ruinas habitados de hombres-rata, las casas de repuestos, los muebles para las putas de 18. Hay un cartel pegado en uno, piden minas para laburar y un teléfono.
Todo pasó en 30 segundos.
Un pelado de lentes negros en el asiento del acompañante deja caer una pelota de papel blanco al asfalto. Después una gorda culona deja caer un vaso de plástico blanco antes de subir al 7E11 Lagomar. Otra gorda que espera un no sé qué con destino a la concha de su madre deja caer otro papel arrugado.
Lo que más me impresiona es como "dejan caer", no lanzan. Es como un disimulo, como un desgano, como secretando algo abyecto.
El bondi agarra por Paysandú, perpendicular a la pendiente hacia la bahía, esas calles cortitas a la altura del Cordón, la proa increíble de Barrios Amorín, la escalerita de Hermano Damasceno que termina en el ibirapitá florecido, Piedra Alta...
Veo de lejos la cúpula de la iglesia de la Aguada, los ladrillos del Sagrada Familia y la linterna del palacio, blanca y espectral, todo como si fuera otra ciudad, otro tiempo.
Kncr crew llegó a La Blanqueada para darle una fuerza a Nacional. Hay un par de murales en Av. Italia y Sambucetti y otro en Garibaldi e Ibirapitá usando la gama tricolor. Aclara una leyenda: manya puto.
Interesante híbrido entre mural y grafiti deportivo que, la verdad, no me cae bien. Pero a la vista de los resultados, es un ejemplo de la influencia benéfica del arte callejero.
Atención (aunque igual no pasa nada): la zona de Av. Italia y Gallinal se transformó en otro descontrol urbano, edificios completamente fuera de altura destrozaron uno de los territorios más atractivos, esas laderas únicas.
La zona del arroyo que termina en el Molino de Pérez se puso fea fea de Rivera para arriba. Parte de la hecatombe del Este.Es la acción incesante y mancomunada del profesional arquitecto, de la especulación inmobiliaria y de la desidia de la intendencia.
Pero nunca escuchamos el lamento de un arquitecto en cuestiones urbanas o edilicias porque el arquitecto es el bicho más corporativo que hay, más que los médicos, más que los funcionarios del INAU. Acá y en Dubai.
Unas cuadras más adelante, cruzando Av. Italia, hay un taller, "El rey del lubricante", escrito en letras góticas.
Un flaco de mameluco sale a la puerta, se recuesta y, más o menos disimuladamente, da vuelta la cabeza para ver a una flaca muy linda, fuerte, ancas poderosas, que camina hacia el Norte, hacia el unico edificio de la zona que se alza como último vestigio de una falsa civilización (para arriba está Camino Carrasco).
Soy adicto a las publicaciones barriales gratuitas, las leo de punta a punta. Ahora estoy siguiendo Tiempos del Sur, no barrial, más pro(fesional) que se distribuye en los Redbrou.
Me hice adicto en particular a la columna de Maikol Píriz, un plancha que me divierte, la última sobre un encuentro sobrenatural con Julio Ribas.
Me gustan los autores que pueden hablar como otros, que son imitadores, porque a mí me resulta imposible, nunca puedo dejar de ser yo. Aunque a lo mejor el Maikol es más parecido al Maikol de lo que creo.
Si el flaco es el rey del lubricante, qué sería la flaca?
Cuando agarro por Avenida de las Américas digo "qué cagada que no va por Gianattasio". Si hubiera agarrado por Gianattasio habría dicho: "qué cagada que no agarró por la Interbalnearia". No sé qué es peor.
El plan de movilidad urbana es el cuento chino más caro del mundo.
Como me observó jk, también se proyecta el ensanche de Garzón mientras corre una vía de tren paralela que no está contemplada en absoluto en el Plan de Movilidad Urbana, ese cuento chino.
Me llegó recién este spam fantástico e indescifrable:
Subject: lounnging resorted loyal blusher.
Y el mensaje: hallellujahs thermostat zoography preoxidized
¿Cómo se puede llegar tan lejos?
Ya es parte de mi colección de spam.
"La historia es que ahora el Yona conoció a una de las ex "chin chin" de Cacho Bochinche y anda quebrando todo el día con ella. ¡Pero dejá a esa cheta pisabarro, que se hace la linda y vive en el cante! Yo ya le estoy comiendo la oreja con el cuento de que soy amigo del enano Fermín y en cualquier momento te soplo la Chichi, pelao. Vas a quedar cantando pajarito amarillo con Pelusita PAN TRISTE!!! Y no te me pongás corte rottweiler, porque tengo una foto de la Lali (el trava de bulevar) bañándose en tu casa, en cualquier momento prendo la tuba y quemo todo. Dejá de pensar que salís con una chin chin, que ése es el de las marionetas con peluca". ("La respuesta de Dios a Julito" en El Rincón de Maikol Píriz, Tiempos del Sur, n16, 20-6 de febrero 2009).
Siempre pienso que los autores que pueden hablar como gente distinta a uno son buena gente, si es que Maikol no es tan Maikol.
Una persona que puede imitar a otra sabe escuchar, sabe ponerse en su lugar, sabe cómo piensa y qué siente.
Reviso la obra de Carlos Martínez Moreno, capaz de hablar por gente que no sabía hablar, principalmente en Tierra en la boca, que empieza con el asesinato de un sereno de una carnicería por dos lúmpenes por dos pesos. La novela es la huida por una Montevideo tan decadente como la que veo desde el Copsa, esa cosa visionaria que tiene también el "Carlos" de Handler.
Avenida de las Américas. Toda esa urbanización para nuevos ricos alrededor del lago. Por ahí viven Paco Casal y Fasano.
Son mansiones levantadas de las peores revistas hechas por arquitectos que pasaron por esa facultad que está en Bulevar y Bulevar.
Las MacMansions abarcan todo lo que da el terreno, hasta el borde con el otro padrón, en una competencia para ver quién la tiene más grande. Las MacMansions fueron la mecha que encendió la crisis financiera de Estados Unidos y por lo tanto del mundo.
Mirando esas casas berretas y caras me siento como mirando sociales de Galería, ese bronceado pasado de rosca, ese gimnasio de último momento, ese implante a la vista.La opulencia puntual de estas casas es el detalle atroz de la pobreza urbana. Las ciudades pobres tienen hipertrofia de espacios privados y atrofia de servicios públicos, cuatro aires acondicionados por balcón (la calefacción central dejó de funcar hace tiempo porque los vecinos se pelean) y las 4x4 deshacen las veredas. Los huskies bañados y secados con secador sólo cagan en las veredas desechas y en las plazas secas, para eso están.
El único ámbito público que no se atrofia son las cárceles.
Lo que me interesa y admiro de Carlos Martínez Moreno son dos cosas: que es un gran escritor y que le interesaba Montevideo. La describe de una manera tan vívida. La ve.
Toda la primera parte de El paredón (bastante despareja, pero con grandes momentos) es una descripción de esquinas, bares y fondas donde el tipo habla hasta de lo que se comía. A veces es como escuchar a mi viejo, las mismas obervaciones, la misma jerga generacional.
Hablo por skype con un amigo español. Me cuenta que vuelve de pasear a la perra, Hank, por un campo de maíz ahí cerca. Le pregunto si no era que vivía en la ciudad. Sí, me dice, pero en el borde. Y donde termina la ciudad empieza el campo.Acá no, le digo, acá es distinto, acá tenemos barrios jardines y, ultimamente, asentamientos. Por eso no tenemos ni ciudad ni acceso al campo.
También tenemos Ciudad de la costa, esa anti-ciudad.
El bondi va hasta las bolas y el cartel cínico: "34 pasajeros parados".
Dejemos de lado el asunto del mate y el termo de la multitud pobre y drogada con Canarias. La cuestion es que nunca nadie le da el asiento a una mina con un pibe en brazos, nunca jamás. Es peor, los que están sentados se miran entre ellos, en el fondo avergonzados, pero más que nada avergonzados de levantarse y ofrecer el asiento.
Es como una antisocialidad consciente y militante, como un estado del alma, como un odio. Es la ideología antiurbana.
La única persona sentada que le dice algo a la madre parada con el pendejo es otra madre con otro pendejo: "Yo me bajo en Marindia", le dice.
Algunos otros bonitos subjects de mi colección de spam:
So huge it´s like a vibrator.
Rigid and stiff manhood is just one tablet away.
Let your zip feel tension.
Larger than a python.
Give your bomb longer timer.
Put your sword in her scabbard.
I put my 9 inch manmeat in her.
Make your hose's radius great.
Put your doughnut in her oven.
Give her serious bombing.
6 inches even when flaccid.
"La crónica narraba el caso de un novillo moribundo al que la gente --mujeres y niños por delante, hombres cerrando filas tras ellos-- había tumbado a pedradas. La lucha entre los troperos y aquella turba de cuchillos en ristre había sido breve y concreta. En menos de cinco minutos, mientras la pedrea arrinconaba a los reseros contra las alambradas, y los reducía a luchar con sus mismos caballos despavoridos, la pululación de los ranchos, danzando vertiginosamente en torno al novillo caído, lo había mondado hasta la osamenta. Varias decenas de presos en los juzgados, varios testigos de ese subsuelo miserable de la ciudad, eran los agonistas de aquella suerte de ballet siniestro de azadas, picos y cuchillos, de cuervos sobre la carnaza fría y caliente. (Carlos Martínez Moreno, El paredón, 1962).
El Plan de Movilidad Urbana es el cuento chino más caro del mundo. ¿Alguien nos explicó por que es necesario un plan de movilidad urbana? Porque el sitio de la intendencia es una cripta, ni buscador tiene.
Los comerciantes de Gral. Flores se organizaron contra el ensanche de la preciosa avenida, resultado del plan de movilidad, y es lógico. Eliminar veredas es obra de la ignorancia. Pero sólo trascendió como una movida liderada por la colorada Glenda Rondán.
Unos vecinos de Carrasco se organizan para que no fraccionen y vendan un parque público en el barrio, pero sólo trascendió como una movida de pitucos al pedo.
La ciudad no es un tema en el mundo tomado por la ideología antiurbana, que privilegia la organización de los vecinos de Pando para bajar la edad de la ley de imputabilidad, para que los pendejos vayan en cana a los 13 años, "como en Inglaterra", dice la comerciante en el informativo.
La inseguridad es el tema favorito de la ideología antiurbana, porque es funcional a la destrucción de la confianza en los desconocidos, que es la base del funcionamiento urbano. Para la ideología antiurbana todo otro problema urbano es asunto de viejas cotorrudas. Y quejarse de los soretes en la vereda es de trolo, es más, parece que fueron los trolos que empezaron a quejarse de esto (ver Milk, de Gus Van Sant, muy floja).
La inseguridad y la violencia urbana funcionan de acuerdo con el mismo mecanismo de las enfermedades autoinmunes, pero a una escala mayor. El cuerpo no se reconoce y se ataca a sí mismo. Así opera la naturaleza dadas determinadas circunstancias, a grandes y pequeñas escalas aplicando el mismo patrón de comportamiento.
La ideología es algo poderoso y nocivo que permea hasta calar el hueso.
La ideología antiurbana tiene cuatro ruedas y se reproduce en pantallas como la peste.
Causas principales de la ideología antiurbana (Jane Jacobs):
1. La destrucción de la estructura familiar por la exacerbación del consumo individual.
2. La autorregulación de las profesiones liberales.
3. La distancia u opacidad entre el pago de impuestos y los beneficios recibidos.
4. El credencialismo educativo (educar sólo para conseguir un título, sólo para acceder al mercado de trabajo)
5. La desaparición del pensamiento científico del ámbito de la vida cotidiana.
Todo otro problema, crisis ambiental, racismo, xenofobia, etc. etc. son el resultado de estos cinco puntos.
Conclusión: Dark Age Ahead (Jane Jacobs).
"Y eso era también --el director del diario no lo había aprobado desde el principio, pero había acabado por reconocerlo-- Montevideo, esta Montevideo madre cruel, esta ciudad holgada de los rotundos burgueses, esta ciudad novelera del tesoro garibaldino arañado bajo el mausoleo de los héroes, esta ciudad-calcomanía de bañistas bruñidos de agua y sol, esta ciudad trampeada de las angostas y oscuras canteras de mugre, esponjadas en busca de cucharillas de plata, de alambres y de papeles ardidos" (ídem anterior).
El spam, los trolls, la violencia inusitada en los comentarios de las noticias de prensa son otra visualización del organismo urbano que busca destruirse a sí mismo. Es la ideología antiurbana que actúa desde nosotros y contra los otros sin movernos del asiento, sin caminar por la calle y sin vernos, sin querer saber quiénes somos.
La ideología antiurbana va más lejos, impide defenderse de la ideología antiurbana. Impide por ejemplo moderar un blog o un sitio de noticias por un pudor indescriptible, impide que el chofer del Copsa lo saque del forro del orto al mongólico sentado en el primer asiento, impide que le digamos a la gorda que tira el papel al suelo que se vaya a la concha de su madre, que es donde efectivamente vive.
La ideología antiurbana crea fascistas, una multitud de fascistas, activos y pasivos: desde los lúmpenes hasta los oligarcas, que se creen superhombres. Su motto: "merezco ser millonario y no trabajar". Por debajo de eso todo es frustración y odio. El odio con una sonrisa, el odio con un chiste, con un juego de palabras, con un espectáculo.
"A dedo no", cantan los bobos alegres del espó de la Pesi.