Saturday, March 5, 2011

Las naves interplanetarias


Vamos a narrar un poco acerca de las naves interplanetarias, que los científicos ignoran o ponen en tela de juicio, haciendo dudar a la Humanidad de la existencia de tales naves.
    Las naves interplanetarias se mueven todas con energía solar. Son de un material que aquí no lo hay, que está contra las balas y contra todo; son enterizas, no tienen soldadura, pegues o remaches y se conducen por medio de botones.
    Llevan dos tubos horizontales de un material que no existe en este planeta, liviano, muy parecido al aluminio pero más brillante y más resistente. Esos tubos atraviesan la nave desde adelante hacia atrás. Por delante, que es por donde entra la energía solar y por detrás, sale la energía quemada, que son las colas de fuego que van dejando las naves por donde pasan.
    No son todas redondas porque hay un modelo alargado, en forma de tabaco, capaz de transportar cientos de personas. Entonces, todas no tienen el mismo modelo ni el mismo tamaño. Estos son los vehículos de transporte de los demás planetas.
    La tripulación de estas naves se comunica unas a otras telepáticamente, sin necesidad de teléfonos ni televisión ni nada de esas cosas por el estilo. Tienen todas sus facultades despiertas.
    Cualquier terrícola de estos que rebuznan tan duro, como los señores gringos y demás potencias, que creen que son los únicos que saben, ¿qué hacen estos pobres ignorantes, sin conocer verdaderamente las maravillas que existen en otros planetas?
    Las naves interplanetarias de los extraterrestres están listas, preparadas ya para salir a rescatar a todas aquellas personas que estén trabajando con la fórmula que en este libro se da. Ellos saben, no hay necesidad de llamarlos porque nos conocen por dentro y por fuera. En las naves será el rescate, cuando llegue el momento. Son muy pocos, contados con los dedos de las manos los que van a lograrlo, porque nadie quiere trabajar sino todo lo llevan a la mente y de la mente salen las teorías, que es el mismo ego que las saca, y aquí necesitamos hechos: empezar una vez el trabajo que tenemos que hacer.
    Hago esta narración con el fin de que todo el mundo sepa de una vez la verdad, que no somos los únicos habitantes de nuestro sistema solar y nuestra galaxia sino que somos lo más inferior, porque aquellos países que se creen las grandes potencias, que lo saben todo, con sus hechos están demostrando lo contrario. Con las atrocidades que están cometiendo contra ellos mismos y contra los demás, se demuestra la calidad de humanidad que somos. Que no me vengan a echar esos cuentos que se inventan ellos, que yo sí conozco.
    Por eso escribo este libro, para que vea la Humanidad cómo la tiene envuelta en puras mentiras y amenazas, los señores gringos y los señores científicos. Esto que digo lo sostengo todo el tiempo y si me toca morir por sostener la verdad, muero.


(Tomado de Hercólubus o planeta rojo de V.M. Rabolú, Mvd: Artemisa, 2000)


Próximamente:
"La vida en Venus"
"La vida en Marte"

1 comment:

jntkdvr said...

la puritita verdad
nunca tan bien escuchada