Wednesday, March 23, 2011

1. La traición de las mujeres gigantes

Tan solo munido de su harmónica, el gigante dio placer a las dos gigantas por espacio de diez años cuidando de ellas con el primor que merecían. Las dos muchachas, buenas de corazón, vivían en un pequeño puerto adonde llegaban los balleneros.
Todo iba bien hasta que, una noche, la giganta trigueña partió sin despedirse, guiada por un lejano llamado debajo de las aguas. Un cachalote la llamaba con melodías que duraban días enteros.
Hechizada por el canto, la giganta nadó desmesuradamente partiendo las aguas con su busto colosal. Bajo una noche sin luna los amantes resoplaron hasta el amanecer mientras el gigante se daba la cabeza contra las paredes lamentando su condición de hombre sin aletas, su incapacidad para escupir un chorro semejante, para sumergirse en la profundidad y volver a aparecer, por sorpresa, rodeando a su amante con la cola bífida y enhiesta capaz de partir un transatlántico al medio. Y yo aquí, decía, revolviendo esta tacita de té. Y la otra giganta, que era más buena, le hacia masajes en los pies, como alentando su condicion terrestre.
El gigante se inició en el camino de las infusiones adictivas, de los bizcochos de anís y del ajedrez contra la computadora. Qué vida miserable, pensaba, menos mal que me queda la otra. Así pasó años intentando olvidar la traición y olvidar a la trigueña, que habia decidido quedarse, por lo menos un buen rato, en las islas que enfrentaban la pequeña bahía donde alternaba su vida al aire libre con los placeres profundos.
Lo peor vino después, cuando la giganta rubia también se fue, no con el cachalote sino con una tripulacion entera de balleneros que llegaban en busca del aceite que enciende las lámparas en las noches del mundo. El gigante no pudo resistirlo y cayó en tan honda desazón que estuvo años sin moverse detrás del mostrador, sin dormir un día, sin dejar de beber, de reír groseramente y salir del baño sin lavarse las manos.
Un día volvió al lugar donde vio a nuestra nave por ultima vez, pero ya nos habíamos ido todos. Y así se fue quedando, quedando, hasta que un día empezó a caminar como al descuido tocando la harmónica. En el camino le dio como un ahogo y se desvaneció.
Cuando despertó, vio una ciudad que lo miraba desde el cielo.

21 comments:

sokon m said...

Brutal!!!!

Zeta said...

Qué potente que está. Evoca a tabucci en mí.

sokon m said...

a mi me hizo acordar a Wainamoinen. y a Borges, por eso de las Kenningar.

y al GNU Chess.

Zeta said...

No los tengo a esos, amigo sokón. A Borges, más o menos, sí.
¿Y por qué al gnuchess?

astllr said...

sí, borges me suena también, una vez lei un reportaje creo, el tipo decía que no era ciego, que se hacía.

astllr said...

sobre el gnu, no, el gigante jugaba en 3D, porque es un cuento de ciencia ficción

sokon m said...

el que se hacía el ciego era Zatoichi.

pero Borges tendría algo que decir sobre el gnu chess.

http://farm2.static.flickr.com/1312/790649668_e9e8baec76.jpg

astllr said...

llegó flickr para ciegos

astllr said...

parece que a zataoichi lo contrataron de contador geiger

magu said...

JN
Muy lindo cuento
hola Sokón y Astllr
me asustan los gigantes, también las ballenas y todo lo marino, y la giganta era sirena?
era sirena gigante ?
el mundo marino me austa, solo me gusta mirar el mar y nadar cerca, nada más
Tengo que ver la de GULLIVER con Jack Black o al vesrre, luego les cuento
saludos amigos

Jnrkdvr said...

Yo estoy leyendo a Banchero ahora. Entonces las tonalidades del abandonarse me suenan a personajes de Banchero. Más aún si tocan la hármonica, brindando esas agujas sonoras de que conmueven felizmente los hilos de la ingenuidad adormecida. Creo además que la harmónica, no sé si por el aire que la inspira y aspira, esta entrañablemente emparentada con el bandoneón, con el fuelle. Entonces en gigante bien podría ser Pichuco Troilo. Un Pichuco de Puerto Madryn, que supongo debe haber sido ballenero y no cierta inclinación nórdica que parece invocar esta hermosa crónica - evocación a los gigantes dioses ya embriagados por la bonhomía que cobija el cariño y los quiebres caprichosos y melancólicos de la harmónica deslizandose entre las curvas cálidas de las gigantas rubias con trenzas brillantes. Porque, seamos sinceros amigo, este no es un cuento, es un tango ballenero y malevo. De perro feliz y abandonado que se abandona finalmente al barro helado.
Competir con la espectacularidad, con la lubricidad abstrusa de la cola de un cachalote, bien se sabe en los piringundines patagónicos y mapuches, es imposible. Como vivir evitando el martillo de Thor.
Que bien!

jntldvr said...

Hoy una caricia voluminosa y deinitival, mañana una traicion
amores de gigantas
flores de un día son.

chan chan

astllr said...

la inspiración es obviamente puerto madryn, cuando podias a ver a las ballenas en una chalana. puerto pirámides era todavía una aldea no turística. el cachalote es una licencia literaria que acompaña mejor a la giganta que la femenina ballena franca

jnt k dvr said...

Que alegría camarada, que evoque con tanto talento los avatares de los corajudos y ciclópeos criollos de las argentas y olvidadas tierras de Puerto Madryn.
Me dieron muchas ganas de volver.

Por otro lado usé la palabra deinitival en la paráfrasis del tango que hice en mi anterior comentario, que no sé que quiere decir. Podría ser "definitiva" pero no estoy seguro. Deinitival tiene un encanto particular, mas aún si de gigantes se trata.

Habría que establecer una noruega o suecia del sur ahí, no?

abrazo

astllr said...

bueno, habria que hablar con los galeses de la zona, puede haber problemas.

Unknown said...
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jntkdvr said...

mi nombre es Problemas.
ja!
esto no sé si lo leí en algún cómic o lo ví en el cine, pero me encanta.

uno de los nombres de las chicas ¿puede ser Deinitival?

habría que hacer de Puerto Madryn una gran Urbe inspirada, una potente ciudad de Finisterre, porque Thule está en el norte.

Puerto Pirámides, que grandilocuencia! un pueblo hermético.
Jamás había oído de él.
Son tierras de nunca jamás.

astllr said...

que buen nombre, jk. me hizo acordar a un amigo que se llama Dr. Angustia.

Deinitival precioso nombre también. Me gusta que termine en val, festival, carnaval, estival, menos mal...

una sirena gigante, suena bien magu, creo que la madre de Ponyo es una sirena gigante.

esperamos novedades de Gulliver

jnt k dvr said...

a mi tambien me ha hecho pensar en el bueno de Swift.

Lau said...

La palabra armónica con H no me gusta.
Suena mucho mejor sin la muda, vea.
Ja!

astllr said...

será que va sin hache? me corre un frío...