Somos luz en la tarde y avanzamos
al centro de la tierra
a devolverle su piedra de esmeralda.
Si te asustas las grullas volarán
y tarda tanto la vuelta.
Hay veces que nos volvemos todo ojos
todo ojos que nos miran para adentro
todo oídos que escuchan para adentro
un eco y unas sombras dibujadas
por enemigos en sueños.
Y todo será puesto delante
después de tantos viajes
de tu corazón
de lo que vio y oyó
cuando ni hablaban las estrellas.
Pero alisarás el miedo al tocarlo
al abrir sin esfuerzo su oxidada tenaza.
Y todo lo que hay no alcanzará
para tu medida, ese cuenco
donde bebe el mundo
donde encuentra su perdón de mundo.
Voy a tallar la piedra con los dedos
e imprimir el aire cantándote
un camino de piedras lisas
entre mar y acantilado.
Voy a tallar bancos con los dedos
y viviendas y patios y refugios
desde donde mirar todo.
Y acaso un ciervo te paste
y mueva las orejas cuando escuche
un trueno a la distancia
y estires la mano
y caiga la primera gota.
Toda excepción no es castigo.
Debes conquistar ahora.
No hay límite entre tu cuerpo y el espacio.
Todo es pliegue que ríe y llora.
1 comment:
Fabuloso!
eso es
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