Wednesday, October 27, 2010
Saturday, October 23, 2010
El jerarca explicó que “hace tres años veníamos en un camino de mejoramiento”. Y agregó: “Nos ganó la fatalidad”. (En diálogo con En Perspectiva, el secretario de Educación Física, Deporte y Recreación del departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo, Gonzalo Halty, sobre el derrumbe del Cilindro Municipal)
escudo, gentileza de A.P.
Tuesday, October 19, 2010
el sicario de los celos
Fui enviado a provocar
la quiebra de una relación.
Me enviaba una autoridad
en temas del corazón.
Convinimos un precio
más alto que mis tareas
habituales de cupido
del que me precio también
por haber llegado a las 1500 uniones
aunque no doy garantías
de lo que puedan durar.
El cliente era un rico celoso
de lo que podía pensar
una pobre lejana amante
que ningún trabajo le daba
(era sólo por las dudas)
Entonces esperé a la mujer
con mi pistola de desolación
a la que agregué el silenciador
de la soledad y disparé
a la espalda delicada, elemental
que apenas tembló herida
por la bala helada
de los celos del mundo.
Recogió como pudo
su desecha dignidad
repartida en bolsas
y bolsas de supermercado
y al llegar al sexto piso
de la desesperación
llamó al tercer hombre
(que también era yo)
y se convirtió en silueta
en borrón en llamarada
Ésta no sería su noche.
Entonces elevé mis plegarias
a Saint Male, que rió largamente
con un trueno grave y flojo
y empezó una lluvia torrencial
que duró más de tres meses
en el año de la inundación mental.
Monday, October 11, 2010
Monday, October 4, 2010
http://www.youtube.com/user/doitdevelopers
Luego, echada el ancla entre el Cerro y la ciudad, que desde cualquier punto que la miréis la veréis dominada por su gigantesca catedral, Leviatán de ladrillo que parece navegar sobre el mar de casas; si la canoa os lleva rápidamente con el esfuerzo de sus seis remeros, hasta la playa; si, de día, observáis por los caminos de aquellas hermosas quintas grupos de mujeres vestidas de amazonas y caballeros en traje de montar; si por la noche, a través de las ventanas abiertas que vierten sobre las calles torrentes de luz y de armonía, escucháis las notas de los pianos o los gemidos del arpa, los cantos alegres de las cuadrillas o melancólicos de las romanzas, es que os encontráis en Montevideo, la virreina de este gran río de plata del cual Buenos Aires pretende ser la reina, y que desemboca en el Atlántico con una anchura de ochenta leguas.
Luego, echada el ancla entre el Cerro y la ciudad, que desde cualquier punto que la miréis la veréis dominada por su gigantesca catedral, Leviatán de ladrillo que parece navegar sobre el mar de casas; si la canoa os lleva rápidamente con el esfuerzo de sus seis remeros, hasta la playa; si, de día, observáis por los caminos de aquellas hermosas quintas grupos de mujeres vestidas de amazonas y caballeros en traje de montar; si por la noche, a través de las ventanas abiertas que vierten sobre las calles torrentes de luz y de armonía, escucháis las notas de los pianos o los gemidos del arpa, los cantos alegres de las cuadrillas o melancólicos de las romanzas, es que os encontráis en Montevideo, la virreina de este gran río de plata del cual Buenos Aires pretende ser la reina, y que desemboca en el Atlántico con una anchura de ochenta leguas.
Montevideo o La Nueva Troya.
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