Un par de años antes había tenido un fin de verano extraño:
dos invitaciones:
Una para ir a Cabo Polonio con C, preciosa y audaz y algo mayor que yo, con quien andaba namorando en ese momento. Había visto con ella la asunción de mando del gobierno democrático luego de los 13 años de Dictadura y unos festejos, con shows en la explanada municipal y en la Plaza Cagancha.
Otra para ir a Tacuarembó a conocer una estancia que habían adquirido mi padre y sus socios cerca de Tambores. Tenía una sensación de un lento deslizamiento de la situación de mi padre hacia la nada y casi la certeza de que iba a ser algo decepcionante ir ahí. Sin embargo, hacía varios años que no hacía nada con mi padre y mis hermanos.
Me fui a Tambores.
Y los resultados fueron los desastrosos esperables, que no vale mucho la pena describir con detalle, salvo algunos paisajes y una ida a un quilombo triste y de aroma empalagoso de Tacuarembó, con mi hermano, mi viejo y un lamentable socio que tenía. Debo decir que llegué a la cúspide del absurdo. No quería estar ahí de ninguna manera y lamentaba hondamente no haberme quedado en Montevideo o mas dolorosamente no heber ido al promisorio Cabo Polonio. Ví claramente el fondo que había tocado mi viejo, sentí un quiebre profundísimo con cierta felicidad de mi infancia asociada al campo, el río, los caballos, mi padre y mis hermanos.
Me sentía un ser pegajoso y estúpido, hundido en una situación absurda e imposible.
Volví al fin a Montevideo.
Luego de una reunión de un grupo de caminantes adolescentes en el que participaba, al otro día de llegar; un amigo, compañero de correrías y descubrimientos, me dice: che, tengo que hablar con vos. Y yo dale, vamos a la parada (del bondi) y me contás.
Entonces me confiesa que habia tenido una historia con C (preciosa y audaz y algo mayor que yo), lo cual me dejo ahogado, pero no tanto como había imaginado ante una hipotética situación similar. Que quería que me enterara por él, que era un hijo de puta, que había sido un momento, que se dejo llevar...
Aún con el malestar tenía cierta sensación confortante con mi amigo, aunque tuvimos un tiempo distanciados. Le agradecí en verdad y le dije que me decepcionaba un poco y también que era esperable que algo asi sucediera con esa mina.
C (preciosa y audaz y algo mayor que yo), me llamo ese mismo día, esa noche nos vimos.
Yo tenía una sensación de orgullo herido, hablamos y yo dije mirá nunca mas, y con cierta soberbia rechazaba sus acercamientos.
Pero realmente la bronca que tenía era conmigo y ese espíritu melancólico, estúpido o cagón, que se burló de mi.
Y ahora tengo ganas de leer esto de mc cartney:
Blackbird singing in the dead of night
Take these broken wings and learn to fly
All your life
You were only waiting for this moment to arise
Black bird singing in the dead of night
Take these sunken eyes and learn to see
all your life
you were only waiting for this moment to be free
Blackbird fly, Blackbird fly
Into the light of the dark black night.
Blackbird fly, Blackbird fly
Into the light of the dark black night.
Blackbird singing in the dead of night
Take these broken wings and learn to fly
All your life
You were only waiting for this moment to arise,
You were only waiting for this moment to arise,
You were only waiting for this moment to arise
foto de tapa: Escultura que se encontraba en un bonito hotel y restaurant en La Coronilla, Rocha, ruina de una construcción de los años '70 del siglo pasado. Este año tambien fue destruido el Rapa-nui. Tomada en enero del 2008, con la perspectiva hacia el Brasil.
foto final: vista parcial de una obra de KNCR-CRU en la calle Adolfo Berro esq. Buschental. Barrio Prado.