Monday, July 30, 2012

Primera entrega de Bowie in Bahamas:


Kiki


Friday, July 27, 2012

diez cafés de vida útil (2)


“Bloody shit, Dave, the Gaggia is dead”, dijo Imán a David en la cálida mañana bahameña.

“Nevermind, luv”, respondió David. "Call for a new one, the boat should be coming in ten minutes".

David suspiró mirando el mar turquesa entre los bananeros y preguntó, de pronto:
“Where´s Kiki? She must be starving”.
Kiki era la cacatúa bahameña de Imán y David.

“I told you, Dave, she´s been absent lately. She fell in love with a blue guacamaia”

“Oh no kidding!”, respondió David sin darse vuelta. “I’d be soooo delighted to see those bloody birds singing together”.

Imán levitó desde la cama hasta la espalda transparente de David, luego miró por encima de su hombro hacia el mismo lugar del mar que estaba viendo él y le dijo en un susurro: “There’s the boat, Dave. As a matter of fact, how do you like the espresso?"

“Oh you are right”, respondió David, como no escuchando el final, como sobresaltado. “I didnt see it!"

Después se dio vuelta por primera vez y con los brazos en jarro la encaró:

"Please tell me Iman, do you really think I’m getting older? I’m not saying old".

“Oh no, David, I know exactly what you mean. Certainly you are not getting older”.

Entonces David abrió los brazos para dejar que ella lo abrazara y mientras lo estrechaba, él le dijo:

“Then add some sugar to the espresso, luv, I feel so good today”.

Un negro uniformado se recortó, allá lejos, entrando por un costado, en la otra punta de la casa, cargando una bolsa y una pesada caja de cartón.
En ese momento bajó una cacatúa blanca desde una palmera gritando “Ground control! Ground control!”, seguida de un papagayo azul como el cielo.

David se separó de Imán, la hizo girar como un trompo y ver la escena que él estaba viendo.

“Look Iman! I can’t believe they´re flying into the house. These funny things never happened in Brixton!”

Pero Imán no miraba esto, sino que avanzaba a zancadas hacia el negro quien, al verla venir, dejó la bolsa en el piso y la caja en la mesada de platino. Levantando las manos, el negro le decía: “I’m sorry, madam, i’m really sorry. I did my best, believe me, but... but...”

“But, but my butt!! You fucking moron!! Where is the bloody coffe from this time, Alaska???

“I’m deeply sorry madam, but Kenya coffee is arriving, hopefully, in the evening. We could only get the...”

Entonces el negro como que se tranquilizó, puso las manos en oración y con una sonrisa de oreja a oreja le dijo:

“This time we found some Java... Oh good Lord!”, y miró para arriba.

David intervino.

“Come on Iman, Java coffe is your second favorite”

Imán apoyaba un codo en la mano del otro brazo, que tenía cruzado sobre el vientre, mientras los miraba a los dos alternativamente moviendo ansiosamente una pierna.

“Ok, whatever, just set up the machine and leave your black ass out of here”

“Yes, madam”

Mientras el negro se ponía a trabajar, David empezó a caminar lentamente mirando el piso. Con el dedo índice en los labios, empezó a decir:

“By... the... way, Iman, how things are going on in Kenya?”

Ella lo miró entrecerrando los ojos. Él siguió.

“I mean, if things are doing better in Africa we could fly to Nairobi and spend some days with your beautiful family”

Imán se tapó a cara con las manos y se puso a llorar.

“Oh, I miss them so much, Dave, so much”, y apoyó su cabeza de ébano sobre el hombro transparente de David.

Kiki y el papagayo azul revoloteaban eróticamente por el ambiente gigante, fresco y umbrío de la mansión Bowie-Imán.

“Its okay, baby, its ok”, le decía David acariciando su cabeza, su cuello. “You can go back anytime you want”

Ella se separó de golpe:

You? What do you mean with you?”

“Ok, sorry, Iman. We can go to Kenya anytime you want. Is that ok?”

Cuando Imán iba a contestar, se escuchó la voz del negro:

“The Gaggia is all set, madam!”

A lo que Imán se acercaba, el negro se iba alejando y diciendo:

“Enjoy your coffee. Ms Iman, Mr Bowie...” Y se retiró con una reverencia. En ese momento se escuchó: “Major Tom!”. Esta vez era el papagayo azul.

David le contestó algo a Harold mirando al papagayo.

Imán se puso a colar café violentamente entre nubes de vapor mientras Kiki y el papagayo se ubicaban para ver de cerca. Cuando Kiki gritaba “Ground control”, el papagayo respondía “Major Tom!”

Luego Kiki saltó y se posó en el hombro transparente de David.

Imán llegó con dos pocillos blancos y le dio uno a David. David fue a sentarse en un sillón frente al ventanal, pero Imán no fue tras de él, sino que siguió de largo y salió a la playa por la hoja abierta del ventanal.
David vio el cuerpo negro de Imán alejarse contra la arena blanca y sintió algo parecido a la melancolía.

Imán caminaba con el plato en una mano y el pocillo en la otra hablando con Chuki, su prima segunda, con el manos libres.
Imán parecía hablar sola, o más bien hablaba sola, porque su prima segunda era un grano de arena en el infinito sahara de su clan. Imán le contó a Chuki los hechos recientes en la mansión, no olvidó detalles pero agregó otros de discusiones previas.

Chuki la oía desde su trabajo, la oficina de un organismo internacional en Nairobi, compartida con otros once funcionarios de distintos países de África. Todos pudieron escuchar la voz descompensada de Imán, aún desde el escritorio más distante, ocupado por la sudafricana Yira.

Chuki y Yira competían por el mismo puesto de chief supervisor de la oficina, que se iba a definir la próxima semana. El ambiente en la oficina era tenso. No obstante, cuando la conversación terminó, todos los funcionarios giraron a un tiempo y preguntaron:

"So what happened this time?"

En subdialecto keniata, Chuki les contó a todos con lujo de detalles lo ocurrido en Bahamas, porque Imán era como el ábrete sésamo en su vida profesional.
Yira bajó el volumen de su Ipod para oír mejor.

Cuando Chuki hubo terminado, Yira envío un mensaje a su novio Bapoto, periodista free lance, que cada tanto mandaba notas a Rolling Stone South Africa, mayormente sobre músicos de blues.
Como recientemente Bowie había sido tapa de la Rolling anunciando su llamado a silencio y su retirada del mundo conocido, cualquier noticia era buena.

En Bahamas, David miraba el mar con un pájaro en cada hombro. Estaba divertido con la enseñanza de Kiki al papagayo azul de viejos éxitos. En sólo media hora, lograron convertir los versos “planet Earth is blue / and there’s nothing I can do” en un extraño canon.
David sonreía y llevaba el compás con el índice y la punta del pie.

Afuera, Imán llegaba hasta la orilla mirando las nubes altas en el horizonte, más verticales que horizontales.
Quiso seguir caminando por el agua, pero el pocillo vacío la molestaba, así que lo dejó mimetizado en la arena blanca y luego volvió a entrar y siguió paralela a la rompiente posando los pies negros contra el fondo y surcando el agua tibia y transparente.


   

Tuesday, July 24, 2012

diez cafés de vida útil

como la cocina está en la otra punta de la casa no escucho el agua hirviendo ni el café saliendo y me olvido... Ya quemé dos calderas y ¡ay! mi recién comprada cafetera italiana. Fragson me sugirió una camarita para poder monitorear desde mi puesto de comando, pero para eso lo mejor sería un baby-call. Después me tiró otras buenas. Una era salir del cuerpo de manera de dejar la conciencia mirando el fuego y seguir mi trabajo con el uso del cuerpo meramente, que de última no exige mucho esfuerzo mental. Quedé de consultarlo a Z. Otra era comprar un mono tití que por un sencillo mecanismo de lianas ad hoc pudiera acudir velozmente y chillarme en el hombro apenas ver salir el vapor. Pero en el mercado negro de Tristán sólo tenían cacatúas. Así que vamos a ver.





Thursday, July 5, 2012

Tuesday, July 3, 2012

...a cuenta del pasado y las revoluciones culturales

Me pegó la manera sutil de mostrar la crueldad, también el contrapunto entre sensualidad y patetismo, el agua uniendo y separando, me quedó fluyendo en la cabeza...

(video-música de Testoni-Minsburg http://raulminsburg.blogspot.com/)

Sunday, July 1, 2012

Merceditas (Por la vuelta)



Ya sabíamos que un día esto iba a pasar.
Que nada puede detener el alud telúrico que baja por el Lomo de Burro, arrastrando a su paso todas las oleadas de cultura de la Civilización Platense, Balcánica, Brasilera y Peronista.
Desde este gran refugio de la tradición criolla, el homenaje rabioso a todo el folklore del planeta, sintentizado en este gran tema "Merceditas" de Ramon Sisto Ríos. Tema primigenio si los hubo en las jornadas de aprendizaje para tomar el pulso a las bordonas y rasgar como Dios manda, de los pequeños orientales y rioplatenses en general. Ahora no, lo que enseñan primero es no te va a gustar y todo esa mariconada.
Como no podía ser de otra manera el aviso, el chiflido, lo pegan estos inspiradísimos muchachos gaúchos, que hacen sacudir las patas y la emoción y no nos resistimos desde ya a salir a levantar polvareda, tirar sombreros al aire y proferir zapucays por todos los pagos alegres del hemisferio. Ya van yendo a agarrar caballos Fragson y Astllr, mientras un humilde servidor pergeña estas letras y acomoda las garras, sobre las que cabalgaremos luego de Curitiba a Puerto Madryn, de Salta a Asunción, de Caxias a Tacuarembó, ya imbuidos, empapados, sumergidos quizá ahogados para siempre de la Zamba a la Cumbia, pasando por el Chotis y la Polka, el Gato y la Buaguala sin solución de continuidad. Llevamos lápiz, don't worry.

Recitado:
Merceditas, siempre supe que volverías a la Estancia desde el fondo de la Tradición, pero nunca pensé que sucedería de la mano de cuatro brasukas de nombres raros (menos el Yama, que debería ser oriental).
Ay chiquilina, tan alegre y de pocas palabras, que Linda estás!
De Santa Fé a Montevideo cuantas leguas quedaran, Merceditas.
Bien sabés que por una hembra como vos, no hay criollo que sea lerdo.
Y aunque el tren que unía Paso de los Toros y Pilar (cerquita del Buenos Aires), no haya sido mucho más que humo; nunca faltaron baguales en las tropillas, o coraje en el corazón, que me llevara a buscarte.
Y te viniste nomás; que lindas esas calzas y botitas que usás ahora, Merceditas, que ya me va pareciendo que has andado mucho p'al Buenos Aires ultimamente. Y la peonada esta feliz y muy caliente: que necesida' de agrandarte esos pechos gurisa, gran siete, como se alborota el avispero, nos vas a volver locos a todos, niña. Acá cerquita del monte, esta doña Eduviges que te dará algún yuyo o hará alguna bencedura; ah, es psiquiatra también, no te preocupés.
Me voy pa' Adentro! que me falta hacerme las manos.
Besis

jnt